Días pasados en la ciudad de Rosario se produjo un incidente de tránsito entre un ómnibus del servicio urbano que circulando por una importante arteria debía doblar a la izquierda y un ciclista que circulaba por la bicisenda ubicada sobre ese lado.
La difusión mediática del suceso hizo que muchas opiniones en diversos ámbitos surgieran, dando cuenta de varios hechos similares protagonizados a diario por ciclistas con otros vehículos motorizados -motos, automóviles, etc.-
Como siempre TODOS pedimos mayores controles y echamos culpas a toda persona que se nos ocurre, desde el Presidente de la Nación hasta el obrero que pintó la señalización pasando por autoridades provinciales, municipales y viales.
Charlando del tema con un compañero de oficina, nos referíamos a cuántas cosas se incorporaron últimamente al tránsito y a la legislación vigente y cuántos la conocen realmente.
Pensaba en mi caso que obtuve mi licencia de conducir motovehículos hace 30 años y automóviles poco más de 25. En ambas oportunidades asistí a charlas que realizaba la Dirección General de Tránsito a los efectos de otorgarla previo exámen teórico y práctico.
Las personas de mi generación recordarán que lo más importante por entonces era saberse las señales de tránsito, algunas de ellas jamás las ví. También recuerdo algunas reglas que fueron dejadas en uso para implementar otras. Pero claro, yo que soy un conductor habitual y además lo hago también para mi trabajo estoy informado, pero cuántas personas las ignoran no?
Es allí cuando me surgió la idea de por qué no implementar Cursos sobre Actualización en el Tránsito al momento de renovar las licencias de conducir en las categorías automóviles y motocicletas principalmente -en otras categorías se exigen cursos y otros requisitos de periodicidad-
Al ser la Licencia de Conducir un elemento nacional, debería ser la Agencia Nacional de Seguridad Vial quién implemente esta modalidad y delegar a los municipios la acción de llevarla a cabo como hacen con el otorgamiento y renovación.
Seguro que para muchos será una pérdida de tiempo, para otros una estupidez pero el tránsito se cobra una cantidad de vidas anualmente muy superior a cualquier otro tema de actualidad que se debate en el país.
Toda contribución que ayude a evitar los numerosos incidentes fatales tiene que ser bienvenida como política de salud y a continuación voy a tirar unos tips sobre qué temas podrían incluirse.
Curso de Actualización en Tránsito
Si hay una particularidad que tiene el sistema de tránsito es la cuestión social.
Cada localidad, ciudad, región de nuestro extenso país manifiesta una forma particular de transitar.
De acuerdo al tamaño de los núcleos poblacionales hay diferentes infraestructuras viales y por ello es importante que cada municipio pueda capacitar a los conductores que habilita respecto a ella sin quitar temas que son de uso extendido como rutas y carreteras y grandes ciudades.
Vayamos al caso de Rosario. En esta ciudad durante las últimas décadas han surgido muchísimos cambios en el tránsito, incorporación de bicisendas con diferentes demarcaciones, carriles exclusivos para ómnibus, metrobuses, instalación de contenedores en las aceras, vías niveladas con la vereda, zonas calmas, radares fijos y móviles, nuevos límites de velocidad -van variando con el tiempo-, etc. etc.
Cada uno de esos elementos requiere una actitud conductiva y es menester del municipio que quienes conducimos en ella estemos debidamente capacitados. Si bien existe la información pública al respecto no es lo mismo para un peatón que para quienes conducimos y la interpretación hasta puede ser engañosa.
Los cursos además de estos elementos deben incorporar temas de Conciencia Vial y Control.
En mi época si bien se sabía que no se podía manejar bajo los efectos del alcohol, no existían métodos de control, el parque automotor era la mitad del que circula en la actualidad, las medidas de seguridad variaron completamente.
También una faz técnica, porque los vehículos evolucionan rápidamente e incorporan tanto elementos de seguridad activa y pasiva como otros que distraen al conductor como las pantallas, la conectividad y otros muchos de los cuales la mayoría de los conductores no saben cómo operan.
El caso más común es el de conducir un automóvil con airbag y no llevar el cinturón de segurida puesto o colocar una silla de bebé en el asiento delantero sin desactivar el airbag de pasajero.
Incluír legislación, documentación, cómo actuar ante un accidente... Si nos ponemos a profundizar existen muchos otros elementos que podrían incorporarse y estoy seguro que muchísimas personas que hoy conducen ignoran por completo.
Y en esta sugerencia que ojalá se haga realidad a futuro me gustaría que al final del curso se le reparta a los asistentes una encuesta donde se pueda hacer observaciones y sugerencias para los tres niveles de Tránsito/Seguridad Vial como ser Comunal/Municipal, Provincial y Nacional.
Porque quienes conducimos habitualmente e incluso viajamos vamos percibiendo cosas que podrían hacerse mejor , no son coherentes -por ej. señalización- o faltan y sean de utilidad para que los organismos creados a tal fin tengan esa alimentación para resolverlo.
Conclusión
Obviamente que esto no va a resolver por completo el tema. Especialmente porque nos estamos olvidando de dos actores importantes como ser peatones y ciclistas que por razones obvias no estarían alcanzados pero una parte de ellos también son conductores.
El grupo restante es el que quedará sujeto a la formación vial o de tránsito que debe incorporarse en los ciclos educativos. Algo siempre se puede hacer.
